Quiero hacer una acusación seria, bueno,
un mea culpa también.
Empezaré así:
En mi corta
experiencia de vida y con el inicio de mi vida profesional, he conocido y visto
a muchas personas que gustan de hablar mucho, o mostrar lo que saben hacer, mostrar
lo felices, tristes o enojados que están, tal vez en redes o tal vez
contándoselo a alguien porque necesitan hacerlo, tan simple como eso.
Tal vez
la primera idea que venía a mi cabeza era: “pobre niña/o solo quiere atención”
Es decir reducía toda la complejidad de un ser humano en algo tan absoluto como
eso. Tal vez por qué no... negando mi propia naturaleza, porque creí o me hicieron creer que
eso estaba mal. Entonces me reprimí, antes de hablar pensaba las cosas muchas
veces (ya saben para no sonar tonta), Cree un graaan mounstro que realmente fue construido
desde el miedo a no ser aceptada. Pero… si el miedo impide que vivas una
genuina forma de ser, de existir de… ¡VIVIR! ¿Lo hace válido? ¿Tener miedo justifica
negarte? ¿Hacerte más pequeño? ¿Anularte?
Recién hace
unos días pude verlo clarito, tratar de ser coherente todo el tiempo agota, te
invita a vivir en la perfección, en la exigencia, en la ansiedad: autosabotaje, (o la triada del autosabotaje como yo lo llamo) porque creas una
voz interna que te repite todo el tiempo que así como eres no está bien y así, no te das la oportunidad de descubrir
quién eres y todo lo que puedes lograr.
Breve interrupción:
La triada del autosabotaje: Ansiedad , exigencia y perfeccionismo.
Empecemos con
la lucha de los deberías ya que nos ancla al pasado (tenemos 60 mil
pensamientos al día).
Empiezas con
una lucha contigo mismo todo el tiempo, una lucha en la que siempre perdemos, porque
en ese momento te divides y se genera un yo real y un yo ideal, ése que debió
saber qué era lo que iba a pasar. Pero realmente solo existes tú, el real, el que,
basado en el conocimiento adquirido, en sus experiencias, miedos y aciertos
tomó una decisión, sé consciente que esa decisión salió de ti por eso, IMPORTA,
es suficiente. Es mejor aprender a ser amable contigo y tus acciones, porque no
tienes por qué ser perfecto y perderte el aprendizaje que contienen tus
errores.
Cuándo una
persona se juzga y se reprocha un error, se exige a sí mismo: “debí saber qué
hacer” pero… ¿es un pensamiento algo mágico verdad? ¿Cómo yo podría saber o
tener el conocimiento sobre un evento futuro? Es por eso que, aunque existan
los deberías, podríamos aprender a aceptarlos porque suceden, pero sobre todo sería
mejor cuestionarlos, enfrentarlos para poder modificarlos.
Ahora sí, sigamos…
Visto desde la Psicología,
aprendemos a buscar que el otro se conozca, reconozca y se acepte, buscamos
fortalecer sus potencialidades y mejorar sus debilidades que muchas veces los
ayudan a sobrevivir, a afrontar el dolor. Es decir, los guiamos en el camino de
aceptarse y reflexionar, que no necesitan ser otro. Es como son, lo que constituye
su identidad.
No sé muy bien a que se debe esto, tal vez ha
sido así siempre, pero sin duda siento que está mas acentuado en esta época en
la que todo debe ser perfectamente dicho en redes, cuando realmente en nuestras
conversaciones cotidianas decimos lo que nos venga en gana, porque no queremos tener
la razón ni decirle a los demás como manejar su vida, solo queremos expresarnos
en confianza, muy pocos tienen el coraje de no crear un personaje para mostrar,
alguien que sea real, algo malo de creernos ese personaje es que nuestro discurso
se vuelve rígido, apretado, tal cual influencers de Instagram solo que en
palabras y opiniones, nos damos a conocer a través de mensaje acartonados. Por
supuesto que no hablo de todos, solo hablo de aquellos que necesitamos
expresarnos por simple placer, que nos encanta conversar y compartir. Compartir
nuestros miedos tal vez… porque estamos mas cerca de nuestra fragilidad, la
aceptamos, aunque paguemos el precio se ser etiquetados como ridículos, yo creo
que en nosotros solo existe la ingenuidad en creer que podemos intentar ser
nosotros mismos.
Es como si al ver lo real que eres, los demás se sintieran
incómodos porque reconocen en ti, esos “desperfectos” y juzgan: “cómo puede
mostrarse así?” cómo puede atreverse a hacer eso, qué vergüenza (sí, lo sé con
exactitud porque yo también lo he pensado) y te exhortaran a no hacerlo, porque
no lo soportan ¿hay algo malo en ser expresivo? ¿en querer comunicar? ¿en tener
libertad de actuar como realmente quiero? está demás que, evitando hacer daño a
los demás, la única libertad que nos queda, una de las pocas que podemos elegir
y defender, es la libertad a pensar y ser lo que quieras, nadie puede entrar
allí, ese es terreno tuyo, ¿vas a seguir cediendo ese privilegio porque ser “escandaloso”
está mal para la gente? No sé cual sea la verdad, solo quiero cuestionar. Ver
feliz y pleno a personas que brillan cuando se aceptan tal y como son y que no
callan y que no se opacan y que se sienten dichosos al vencer al fin el miedo
de poder ejercer un llamado derecho absurdo, a ser ellos mismos.
*creo fielmente que hacer esta aclaración es algo innecesaria, pero, bah, la diré.
Solo no apoyo ni respaldo a las opiniones de personas que buscan hacer daño con CONCIENCIA, es decir, sabiendo por qué hacen o dicen algo si es exagerado o no para un gusto en particular… está demás. No puedo dejar de ser yo misma porque tú no puedes tolerar la forma en que me acepto. Y que, sobre todo, soy feliz.
Joselyn Moour.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si estás interesado en un tema en especial, déjame tu comentario y en el siguiente blog haré una mención sobre tu colaboración. Difundamos juntos Psicología!