¿CÓMO ENFRENTAR EMOCIONALMENTE AL COVID - 19?
Ya han pasado alrededor de 144 días, desde que comenzó el estado de emergencia en Perú, cada uno y desde su trinchera, ha visto la manera de lidiar el día a día, algunos comenzamos a ver este tiempo en casa como una oportunidad, oportunidad para descansar, crear, hacer, emprender, amar, etc. Por otro lado, hubo un gran ciento de personas que no supo cómo lidiar con su propia casa y lejos de juzgarlo, también lo veo como un nuevo comienzo, ya que el instinto de proteger nuestras vidas es más fuerte que el salir de casa.
A partir de ahí es que los
profesionales en salud de toda índole, comenzamos a observar, ¿qué haría el ser
humano? cómo iba a lidiar después de mucho tiempo con la incertidumbre, la
incertidumbre de enfrentar ciegos y sin defensa algo completamente desconocido
y por lo visto, poco predecible.Estando inmersos en un mundo interconectado, hiperglobalizado
en donde todas las respuestas se encuentran a la distancia de un
clic.Y que, por mucho que navegáramos por el inmenso mar de
información que hay en internet, no encontraríamos respuesta.
Entonces escuchamos diversos consejos médicos, como el de nutrirnos, comer sano y altas concentraciones de vitamina C, mantener nuestro sistema inmunológico fuerte, hacer deporte con regularidad e ingeniosos remedios "caseros" que nos pasaron por la todas las redes sociales que consumimos ¿no es así? Pero acaso... ¿alguien nos ha dicho qué actitud tomar frente al miedo de tener la enfermedad?
Es decir ¿cómo enfrento la posibilidad de estar contagiado?
Se me ocurrió que tal vez podríamos empezar a pensar que es posible que
todos nos enfermemos si hacemos esto, tal vez podríamos ver cuál es el
siguiente paso, ¿el de enfrentar al virus con firmeza y con integridad?
¿buscando centrar nuestra atención en las posibles soluciones? ¿tal vez?
Sabemos hasta el cansancio y de memoria los síntomas, pero lo más
importante y lo que ayudaría a fortalecer nuestra salud mental y
equilibrio emocional, podría ser el hecho de ser conscientes de que
al tener la enfermedad ya nuestro cuerpo de por sí, se sentirá cansado y
agotado, pero... ¿el virus también le hace esto a nuestros pensamientos? o
somos nosotros los que podemos hacernos cargo de ellos y a pesar de la
enfermedad evitar abatirnos y evitar caer en las tres D's:
DESESEPERACIÓN, DESASOCIEGO Y DESESPERANZA.
Nos han dicho como prevenir el contagio, manos limpias, distancia
personal, no reuniones masivas, etc.
Pero a pesar de haberlo olvidado y dejado de lado, existe una prevención
mental a la enfermedad. Claro que no es mi intención caer un positivismo
irreal. Pero, y si intentamos mantener nuestros pensamientos y sentimientos
equilibrados o enfocados en soluciones, al menos una batalla habremos ganado:
La actitud con la que enfrentamos la enfermedad. Así, por ejemplo,
podemos evitar las terribles sugestiones, dolores de cabeza, miedo al
estornudo, horror al haber tosido dos veces y una larga lista de cosas que nos
deben haber pasado, y como no... también debemos mencionar qué ha pasado
con nuestras emociones, así como hemos alimentado todos estos hábitos algo
compulsivos, hay otra cosa que hemos alimentado (tal vez en mayor cantidad)
NUESTRA ANSIEDAD. Es normal sentir este tipo de sensaciones, lo más importante
es intentar vivir un día a la vez, sin preocuparnos por cosas que aún no
podemos controlar, no le veo nada de malo o negativo, al hecho de intentar
buscar nuevas formas de disminuir tanto dolor y tensión.
Sin embargo, es necesario resaltar que respeto el dolor y lamento profundamente las pérdidas de las personas que han sido víctimas de la enfermedad sean mortales o no, y que es por ellas y por los familiares que aún se mantienen en pie, que intento con mucho cuidado y consideración, buscar formas de hacerle frente a la enfermedad, fomentando la atención en la prevención del cuidado de nuestra salud emocional.
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